Mar 6, 2007

Los oscuros propósitos


Hace un rato parecí el guatón de armonyl porque le pegué a mi computador y le dejé un abollón. Computador culiao por la cresta, se cae a cada rato. Ahora, mientras escribo esto, se podría caer de nuevo en reprimenda por mis palabras. Hasta el computador te castiga, te pone a prueba. Te dice que tu vida, aunque te cuesta, todavía puede ser un poco más difícil. Todo porque en otras partes del mundo otras personas sufren más, trabajan mucho más por mucho menos plata o no trabajan, no las quieren ni en sus casas, los desprecian una y otra vez aquellos que se supone son sus pares, les dicen más duro y parejo que todo lo que hacen lo hacen mal. Ese es el oscuro propósito de los hackers que hacen redes con todos los computadores que no son del año ni del anterior, y no se pueden acarrear modernamente a todos lados. Si uno no ha podido ponerse a tono con esos cambios de la época, es seguramente porque armarte la vida de los ricos y famosos te cuesta más. Entonces te programan el computador para recordarte tu baja condición, pero como al menos tienes banda ancha, la cosa no debe ser tan adversa tampoco y probablemente andes por la zona menos densa de la pirámide social y cultural (bueno, esto último siempre está por verse).
En fin, la CPU es un pedazo de tarro que no sabe de estas intrigas y por suerte tampoco siente dolor, así que si queda deforme, qué tanto. No tiene la culpa pero hoy estuvo entremedio de mi mano y la sección de mi existir que quiere ser y no es.