Feb 18, 2007

El indio mudo

Ya, primero que nada, lo que escribí antes ya no cuenta porque mi fotolog se arregló y lo uso harto, aunque en verano nadie lo pesca mucho, porque andan todos de vacaciones y yo acá en Santiago trabajando. No me quejo, en todo caso, en lo que respecta a estar en Santiago y no salir. Me quejo porque me aburro a menudo, y eso por lo general acarrea una sensación de soledad. La próxima semana hasta mi polola se va a la playa. Eso está bien, pero igual.
He cometido el error de hacer mis amistades todas aisladas. Un amigo aquí, dos allá, una amiga por allá. Y muchas veces no se conocen entre ellos, y a lo más se ven para mis cumpleaños, que son una lata en ese sentido porque tengo que andar de un lado a otro, un poco avergonzado de que cada amigo tal vez no entienda cómo puedo ser amigo de otros tan distintos, y no se identifiquen con ellos, y todas esas weás. Necesito mi círculo, mis amigos. Necesito no estar en esta pieza hablándole a una pantalla que quizá nadie va a leer. De hecho, lo que dije antes no tuvo comentarios de naiden. Iron Maiden.
Escribo más fluido, no sé bien porqué, cuando me reconozco en un momento bajo de mi vida. Ahora es uno de esos. Me cargan. Sé que no duran mucho eso sí, o al menos puedo asegurar que son frágiles. Un gesto de la persona adecuada los puede matar. Una persona que me pregunte cómo estoy con la intención genuina de escucharme todo el rato que sea necesario, eso me puede levantar toda la moral. Pero no hay nada peor que andar persiguiendo a la gente con esa finalidad, y darse cuenta que no es fácil. Me echa a perder pedir ayuda, prefiero que me la ofrezcan. No hay mayor cariño que ese. Nadie entiende esa parte de mí. Soy como el indio que salía en los Simpsons, que nunca había saludado a alguien solo porque nadie le había dicho hola. Todos creen que soy reservado, o que tengo en la cabeza una cagada de proporciones, pero nadie pregunta weón qué te pasa. E insista, ya po qué te pasa, quiero saber, te he visto raro, me preocupa.
El mismo lector ahora debe creer que yo ando todo cagado, solo porque hablo sin metáforas. Estar solo es sentir que nadie habla tu idioma. Por eso a mí me interesa tanto el lenguaje, por eso estudié Letras. Leo a la gente a través de sus palabras. Soy seco para sacar implicaturas de lo que la gente habla.